Pensando en voz alta...

Cimientos

Paul Ravenhill


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Hoy la iglesia se encuentra casi sumergida bajo los pensamientos y la jerga del hombre - pero ¿Qué de los cimientos? ¿Qué de las raíces? Solamente cuando una planta esta bien arraigada en tierra fértil puede expresarse en abundancia de hoja y flor. "Jacob echará raíces (abajo), florecerá (arriba)..."

      Hemos concentrado tanto en lo de Arriba que hemos descuidado lo de
      Abajo.

           Hemos mirado las vidas y los avivamientos de generaciones pasadas
           buscando duplicarlos en medio nuestro.

                Hemos olvidado que estros acontecimientos de la historia eran el
                fruto visible de una pasión, de una intensidad ardiente en las
                profundidades del interior que rompió los obstáculos y fluyó al
                mundo alrededor.

Dios edifica sobre un fundamento y sin este fundamento no puede edificarse nada de permanencia o valor. Cristo es el cimiento - y el edificar es el poner en nuestra vidas la vida de Cristo.

Para los hombres de Dios de generaciones pasadas había una sola cosa que tenía importancia y era una separación de los valores de la tierra - de la fama y aclamación de la tierra, junto con una búsqueda de la Vida de Dios en su obrar creativo y en su siempre creciente fluir de poder y gloria. Lo de ellos no era un buscar de un nivel de "éxito" y "sentimientos" sino más bien un dejar toda la esfera de parámetros terrenales. Era un ardiente anhelo de ser llevado en el fluir irresistible del Ríos de Dios y verlo cubrir la tierra como las aguas cubren el mar.

Dios aún busca un pueblo y dondequiera que El encuentra aquellos cuyos corazones arden en pos de El, edificará Su Reino y manifestará Su gloria.


4/22/97
Copyright © 1997 por Paul Ravenhill.

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